martes, 21 de mayo de 2013

Si el diagnóstico está claro, ¿aportamos soluciones posibles?

Durante el inicio de la pasada semana tuve la buena suerte de participar en un seminario de nombre tan rimbombante que sonroja solo escribirlo: Seminario Iberoamericano y Lusófono de Jóvenes Líderes "Innovación, Empleo y Emprendimiento", en representación de una de las asociaciones de las que formo parte, la Asociación de Jóvenes Empresarios Cádiz.



Este seminario se celebró en Lisboa, durante los días 13 y 14 de Mayo, y nos reunió a un conjunto de unos 75 jóvenes pertenecientes a diferentes asociaciones y movimientos de orígenes tan distantes como Timor del Este, Angola, Brasil, Chile... pasando por, obviamente, Portugal y España. En la primera jornada a iniciativa
de los organizadores de las jornadas cada uno de los participantes tomamos el micrófono y fuimos presentándonos, y en ese momento comprobé lo que intuía, estaba disfrutando de estar junto con un grupo de personas absolutamente heterogéneo que podían aportar muchas perspectivas diferentes a los debates que se sucederían después. La selección de participantes correspondía a una gran labor en la que se habían combinado a la perfección los elegidos para que hubiera variedad de orígenes, experiencias, tendencia políticas, etc.

Y llegó el momento del verdadero inicio de las jornadas, con un par de conferencias por parte de Enrique Iglesias (Secretario Ibero-Americano) y Murade Murargy (Secretario Ejecutivo de CPLP), que aportaron una interesante visión de la situación actual a partir de su experiencia de tantos años y, con una sinceridad abrumadora, su incertidumbre sobre cual de las diferentes posturas que se están adoptando para salir de la crisis es la mejor. Vaya... si estos señores con la experiencia que poseen tampoco parece tenerlo claro... y a partir de ahí comenzaron las mesas redondas, la primera sobre Innovación Empresaria y Empleo Juvenil, la siguiente sobre Innovación Sociocultural y otra sobre Políticas Públicas de Juventud. Todas estas mesas tuvieron interesantes participantes, con discursos enriquecedores y que, personalmente, me descubrieron las circunstancias que están viviendo diferentes países y, en ocasiones, cómo se estaba enfocando desde cada uno de ellos el trabajo para llegar a una solución. Pero, al fin y al cabo, estábamos asistiendo a una sucesión de diagnósticos de una enfermedad que todos conocemos y sufrimos en primera persona... En los debates posteriores a cada mesa, interesantes tanto o más como las participaciones en las mesas, se aportaron nuevas perspectivas de la situación e incluso alguna posible solución.

En esta tesitura, y sabiendo que el evento fue de trabajo intenso, sin casi descanso y con una austeridad que pocos creerían de no vivirlo, sin, palabras textuales, querer pretender por parte de la organización hacer de estos actos uno más en los que se fomenta la "encuentritis y seminaritis", me pregunto si no hubiera sido mejor una metodología basada más en la aportación de soluciones por parte de todos los participantes, con mesas más dinámicas no tan unidireccionales, informar de qué se hace está bien pero quizás sea más interesante ayudar a decidir qué y cómo vamos a hacer...

El diagnóstico está claro. Las soluciones no, aún.

Y, porque no me gustaría acabar con una una visión que pudiera interpretarse como negativa, que conste que ha sido todo un honor y una experiencia enriquecedora participar de ese Seminario, que estaría dispuesto a repetir a pesar del esfuerzo y de no haber podido tener tiempo para descubrir una ciudad como Lisboa que parece impresionante.

Manuel Escobar
@manuel__esc

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