lunes, 16 de septiembre de 2013

Marcas [con|sin] personalidad. Tú eliges. #CarnavalSalud


Con este post “nos estrenamos” en #CarnavalSalud, hasta ahora no habíamos tenido la oportunidad de participar pero esta vez “hemos” creído conveniente no dejarla pasar y aportar nuestra visión sobre el debate sobre el uso de la marca personal y/o marca profesional en las redes. Este es un debate perverso porque no es fácil tener una visión clara cuando nos estamos refiriendo al uso de las redes sociales por personas físicas  (por un momento dejo fuera del debate que sean profesionales de la salud). ¿Qué pasaría si nos lo planteáramos desde la perspectiva de las personas jurídicas?

Esta misma semana he tenido la oportunidad de motivar y vivir el debate de unas personas físicas que están concibiendo una persona jurídica (aún no nacida aunque en avanzado estado de gestación) , sobre su identidad digital y el uso que iban a darle a las redes sociales en y con ella.

Estas personas, en su mayoría no eran usuarias de redes sociales, de hecho ninguna tenía un teléfono de última generación, y, sin embargo, motivadas por esa supuesta verdad universal que persigue a todo aquel que hoy en día inicia un proyecto empresarial: “nos han dicho que tenemos que tener web pero que lo realmente importante es estar en redes sociales”, se acercaron a “nosotros”, con el deseo de “hacer las cosas bien” y se encontraron con algunas respuestas pero sobretodo con muchísimas preguntas. Fueron un poco más de cuatro horas en las que, según nos dijeron, aprendieron mucho pero donde, sin duda, pensaron y alteraron su percepción sobre las redes sociales, sobre la aplicación a sus fines y, además, sobre uso que hacían de ellas en la actualidad a nivel personal.

¿Qué es una persona jurídica (empresa, asociación, etc.)? ¿Qué es si no un profesional en  estado puro? ¿Es importante para sus fines que tengan valores y los conozcamos? ¿Conocerlos nos ayudan a sentirnos más alineados con sus productos y servicios? En resumen, ¿las personas jurídicas tienen personalidad como las físicas?  Los expertos en marketing recomiendan a las empresas que doten de calor a sus marcas, que hagan que sus clientes las sientan como suyas, que no se conviertan en una más sino que formen parte de sus vidas…

¿Es esto aplicable a un profesional individual? ¿Y si este pertenece al ámbito de la salud? Es posible que a día de hoy no lo necesiten la mayoría de ellos, es posible que ni si quiera lo crean necesario para el desempeño de su labor, que no les compense desnudar una parte de sus vidas delante de sus pacientes con el fin de apoyar el mensaje que intentan comunicarles. Si partimos del principio fundamental de que todo el mundo tiene derecho a su intimidad, hay aspectos vitales cuya exhibición sirve para reforzar el mensaje que se pretende comunicar a los evangelizados. A un paciente que un profesional le prescribe ejercicio para mejorar su salud le gusta ver como él de vez en cuando lo realiza. Predicar con el ejemplo es bastante más efectivo que realizarlo solo basándose en la evidencia científica.

Desde este punto de vista, teniendo en cuenta que todos cambiamos, voluntariamente o no, nuestro comportamiento según el ámbito en el que nos encontramos físicamente, el reto está en ser capaces de desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios para hacer lo equivalente en el mundo digital. Técnicamente cada vez es más fácil hacer partícipes de la información que comparto solo a las personas que deseo que sea así, cada día se trabaja más en este sentido, fue una de las características que más me gustaron de Google+ en su nacimiento, Facebook poco a poco ha ido dando pasos similares y estoy totalmente convencido de que será un aspecto clave en el lanzamiento de los nuevos entornos sociales. Cada vez más los profesionales vivimos de avalar con hechos y experiencias nuestra valía teórica, quienes nos contratan esperan que seamos lo que decimos que somos y que practiquemos lo que les recomendamos hacer. Siempre habrá límites pero, personalmente, siempre preferiré interactuar para cuestiones delicadas con personas que cuenten con mi total confianza y, para eso, necesito además de valía profesional tranquilidad emocional.

En un tema tan delicado como es mi salud, quiero un profesional que me transmita confianza, no necesito entrar en su intimidad pero sí saber que no tiene miedo a demostrar cierta coherencia respecto a su discurso diario en su vida fuera del ámbito laboral.


El riesgo de esta postura es saber dónde empieza uno y acaba el otro, en exhibirse tanto que haga que quienes te observan sepan más de lo que deseas, cada vez seremos más hábiles para detectar matices y ser capaces de conocer información sensible leída entre líneas del comportamiento social. Es más, el peligro llegará cuando no dependamos de estas habilidades sino que tengamos (todos, de acceso público y general) herramientas que nos permitan analizar este tipo de información. Será el mejor espejo jamás inventado pero también el más cruel posiblemente.


Personalidad Múltiple
Ivan Ferreiro

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